Recuerdo estar en la cocina de mi abuela rodeada de adultos y escuchar su charla mientras los niños entraban y salían corriendo de la habitación tomando comida de los platos navideños. Me gustaba estar cerca de los adultos y escuchar cómo sonaban sus vidas y pensaba para mis adentros que cuando creciera las cosas mágicamente funcionarían de alguna manera asombrosa.
Soñé con ser un diseñador famoso. No podía decidir si quería hacer ropa o diseñar casas y, sin embargo, también me encantaba dibujar y pintar, pero eso en mi mente era secundario frente al diseño, para mí el arte era un medio para lograr un fin.
Luego crecí. En un instante estaba en la universidad estudiando publicidad porque la escuela de arte estaba fuera de discusión por alguna razón. La publicidad parecía lo más creativa que podía conseguir con un título universitario y no fue hasta que pasé un verano en un pequeño pueblo del sur de Francia siendo au pair que supe que tenía que ir a Parsons para estudiar diseño de moda.
Mis padres estuvieron de acuerdo en que si me aceptaban en Parsons, podría ir. Eso fue muy generoso de su parte, por decir lo mínimo. (Yo era el mayor de 5 hermanos y en ese momento ellos ya tenían 3 hijos en la universidad) ¡y ahora quería extender mi educación superior con un segundo título en Nueva York!
Parsons fue duro. Fue algo competitivo como nunca antes lo había experimentado, pero tenía algo dentro de mí y sabía que tenía que intentarlo. Profundicé en descubrir cómo crear diseños cohesivos a partir de una idea y luego llevarlo del concepto a la creación.
Durante mi tiempo en Parsons tuve algunos encuentros con varios diseñadores notables a nivel personal que sabía que eran señales, pero no sabía cómo interpretarlas y usarlas como experiencias en expansión como lo sé hoy.
Como cuando Mark Jacobs vino y se sentó a mi lado en la sala de estudiantes mientras yo estaba adornando una camiseta sin mangas de gasa. ¡Vino y charló conmigo con entusiasmo sobre que estaba haciendo lo mismo para su próximo programa! (¡ jadeo! - ¡ Mark no sabía que él fue una de mis mayores inspiraciones para ir a Parsons en primer lugar! )
Luego estuvo el momento en el ascensor en The Design Building e Isaac Mizrahi entró, yo acababa de terminar de ver su "sesión crítica" y al salir le dije lo mucho que disfruté y salí de su sesión y ¿no pisó? fuera del ascensor para gritarme "¡ Buena suerte!"
Donna Karan fue como un ícono para mí y una noche en mi primer año en Parsons, mientras yo trabajaba en una fiesta privada como guardarropa/camarera para el decano de la escuela, ella se sentó en una mesa cercana mirándome mientras su hermoso esposo, el difunto Stephan Weiss se me acercó y me preguntó " quién llevaba puesto "... Llevaba el vestido de mi abuela de los años 40 :)
Por último, esa vez en MK (un elegante club de Nueva York de finales de los 80) cuando Calvin Klein caminó hacia mí flanqueado por un séquito de moda y, cuando pasó a mi lado, me miró lentamente de arriba abajo y pensé: "GUAU, me acaban de revisar". ¡Salido por Calvin Klein!" :)) - Eso fue lo más destacado de mi año :)
Cuando ahora recuerdo esos momentos, es obvio que fueron señales. Simplemente no sabía cómo encontrarles sentido en ese momento. Y ahora, mientras atravieso cambios radicales en mi vida y profundizo más en el arte de manifestarme, entiendo que esos encuentros fueron mensajes del universo para decirme que tengo algo especial dentro de mí.
Tal vez este blog sea para alguien que quiere hacer algo pero tiene miedo de empezar, de compartir algo que lleva dentro, de intentar algo que nunca antes había intentado hacer pero que siente que debería hacerlo. Esa persona podría ser un adolescente, un veinteañero o un cincuentaañero. Hace unas semanas me entrevistaron en un podcast interesante llamado Her Success Story y hablé con la presentadora Ivy Slater, una coach de negocios profesional, sobre esos momentos en los que todo está muy claro, ese momento ajá. Creo que tienes que recordar qué te emocionaba o te hacía feliz cuando eras niño, qué pensabas que serías cuando fueras mayor. Esos recuerdos no se desechan, probablemente haya más información en esos recuerdos de la que crees.
Piense también si tiene recuerdos de cosas que tal vez ahora, mirando hacia atrás, también fueron "señales" para usted. Apuesto a que muchos de los que leyeron esto tendrían un montón de esos recuerdos. Piensen en cómo encajan y tal vez esa idea que tienen no sea la correcta. No es tan loco después de todo. Tal vez este blog era justo lo que necesitabas leer para decidir tomar acción.
Creo que las acciones que tomamos hacia las cosas que queremos en la vida son las cosas de las que estaremos más orgullosos cuando empecemos a reducir un poco el ritmo y miremos hacia atrás. Para mí en este momento siento que queda poco tiempo para lograr esos éxitos, para aprender un poco más sobre algo que suena intrigante, para probar alguna comida nueva o para sumergirte en un libro y lanzarte a otro mundo. y tiempo.
Vivir una buena vida se reduce a saber quién eres, reconocer plenamente todo lo que eres y hacer un esfuerzo continuo para encontrar tu propósito y luego actuar en consecuencia. Saber que tu vida es una serie de pruebas y experiencias que te guiarán en el conocimiento para que tengas las herramientas para cumplir tu propósito.
Así que no sirve de nada quejarse, mentir, hacer trampa o tener celos porque sólo estarías saboteando tu propio crecimiento y evolución.
Sea dueño de su verdad.
Esa es una vida feliz. Así que sé lo que quieres ser, sigue tus propias reglas y tu propio camino.
El mundo tiene mucho margen de mejora, así que seamos parte de ello.
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Namaste y seamos conscientes de lo que vendrá el3 de noviembre de 2020.
"Diviértete un poco hoy". -Joe Rado
Luz de amor,
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